Search for: All records

Los modelos de lluvia impredecibles espacial y temporal presentaban desafíos de producción de cultivos agrícola por las comunidades, y requerían múltiples estrategias de mitigación de riesgos para aumentar la seguridad alimentaria. Si bien las investigaciones basadas en un sitio de la relación entre el clima y la producción agrícola ofrecen información sobre cómo las comunidades individuales pueden haber creado adaptaciones a largo plazo para gestionar el riesgo, la variabilidad espacial inherente del riesgo impulsado por el clima hace que una perspectiva a escala de paisaje sea valiosa. En este artículo, modelamos el riesgo evaluando cómo la estructura espacial de las condiciones climáticas antiguas puede haber afectado la confiabilidad de tres estrategias principales utilizadas para reducir el riesgo: aprovechar las redes sociales en tiempos de necesidad, cazar y recolectar recursos salvajes, y almacenar el excedente cultivos. Exploramos cómo los cambios climáticos en esta confiabilidad pueden relacionarse con las transformaciones sociales observadas arqueológicamente. Demostramos la utilidad de esta metodología al comparar las regiones de Salinas y Cibola en el sudoeste de los Estados Unidos prehispánico. Para comprender la relación entre los patrones climáticos a la seguridad alimentaria, analizamos las estrategias de mitigación de riesgos y las transformaciones sociales. Nuestros resultados sugieren diferencias críticas en la forma en que las comunidades protegieron contra el riesgo agrícola en las regiones de enfoque de Cibola y Salinas con la estructura de la precipitación que influye en el rango de estrategias a las que las comunidades tuvieron acceso a través del tiempo. 

Abstract This article represents a systematic effort to answer the question, What are archaeology’s most important scientific challenges? Starting with a crowd-sourced query directed broadly to the professional community of archaeologists, the authors augmented, prioritized, and refined the responses during a two-day workshop focused specifically on this question. The resulting 25 “grand challenges” focus on dynamic cultural processes and the operation of coupled human and natural systems. We organize these challenges into five topics: (1) emergence, communities, and complexity; (2) resilience, persistence, transformation, and collapse; (3) movement, mobility, and migration; (4) cognition, behavior, and identity; and (5) human-environment interactions. A discussion and a brief list of references accompany each question. An important goal in identifying these challenges is to inform decisions on infrastructure investments for archaeology. Our premise is that the highest priority investments should enable us to address the most important questions. Addressing many of these challenges will require both sophisticated modeling and large-scale synthetic research that are only now becoming possible. Although new archaeological fieldwork will be essential, the greatest pay off will derive from investments that provide sophisticated research access to the explosion in systematically collected archaeological data that has occurred over the last several decades.